Viuda de Kirk promete seguir la labor de su esposo activista baleado en EEUU
La viuda del activista estadounidense de derecha Charlie Kirk prometió el viernes continuar el trabajo de su esposo, en tanto las autoridades informaron que su presunto asesino se entregó a la policía un día y medio después del atentado.
Una desconsolada Erika Kirk lamentó el viernes la pérdida de "el padre perfecto (...) el esposo perfecto".
"Los malvados responsables de la muerte de mi esposo no tienen idea de lo que han hecho", dijo en un discurso emitido en vivo.
"El movimiento que mi esposo construyó no morirá. No lo hará. Me niego a permitir que eso suceda", declaró.
Kirk, un influencer republicano de 31 años, murió el miércoles tras recibir un disparo mientras debatía con estudiantes en la Utah Valley University, en el suburbio de Orem.
"Lo tenemos", dijo el gobernador de Utah, Spencer Cox, en una conferencia de prensa el viernes temprano, al identificar al sospechoso como Tyler Robinson, de 22 años, originario del mismo estado de Utah (oeste).
Los investigadores parecían avanzar lentamente en la búsqueda de quien disparó contra el aliado cercano del presidente Donald Trump, hasta que publicaron imágenes de cámaras de seguridad que mostraban a un joven.
Según reportes, Robinson había sido confrontado por su padre sobre las fotos y posteriormente fue entregado.
Trump, que apreciaba personalmente a Kirk, informó de la detención en una entrevista en la cadena Fox News. "Alguien muy cercano a él lo entregó", dijo.
Robinson mató de un solo disparo en el cuello a Kirk precisamente cuando éste contestaba a una pregunta sobre los asesinatos en masa en Estados Unidos.
El joven consideraba a Kirk como alguien "lleno de odio", explicó Cox en rueda de prensa.
En su huida el joven dejó atrás un rifle con mirilla telescópica y munición con inscripciones como "¡Hey, fascista, atrápala!" o "Bella ciao", el estribillo de una canción antifascista italiana.
Otro mensaje parecía más confuso: "Si estás leyendo esto eres gay".
Detalles sobre Robinson comenzaron a filtrarse el viernes, cuando surgió la foto del joven perteneciente a una familia republicana, en una ciudad férreamente conservadora.
En las imágenes se ve al joven, que cursaba el tercer año de una pasantía de electricista, posando con armas y vestido para Halloween con un disfraz en el que parece estar montado sobre los hombros de Trump.
La noche del viernes Robinson se encontraba detenido bajo sospecha de homicidio agravado y se esperaba que fuera acusado formalmente en los próximos días.
Utah contempla la pena de muerte para ese delito, un castigo que Trump ha dicho que le gustaría que se impusiera.
- Una cacería humana -
Una verdadera cacería humana se activó en cuanto se confirmó la muerte de Kirk, una estrella conservadora de las redes sociales y un apasionado defensor de un mensaje nacionalista conservador y cristiano que atraía a numerosos jóvenes en universidades, tanto para escucharlo como para rebatirlo.
Kirk fue baleado mientras debatía con estudiantes en el campus como parte de una gira, "Demuéstrame que estoy equivocado".
Fundador de una organización dedicada a la juventud, Turning Point, Kirk fue clave en la última campaña electoral republicana, pero su activismo había empezado años antes, acudiendo asiduamente a universidad y liceos.
Trump, que el año pasado fue objeto de dos intentos de asesinato, había responsabilizado inicialmente a "la izquierda radical" por el crimen, pero luego suavizó su mensaje.
Kirk "abogaba contra la violencia. De esa manera quiero que la gente responda", dijo el mandatario, que le otorgó la Medalla Presidencial de la Libertad a título póstumo al activista, padre de dos niños.
El impacto en la clase política y los activistas conservadores en Estados Unidos fue grande. Jóvenes protagonizaron vigilias en la noche del jueves en todo el país, en campus universitarios y lugares públicos.
El cuerpo de Kirk fue trasladado a Phoenix, Arizona, en el avión del vicepresidente JD Vance, quien ayudó a cargar el ataúd. Erika Kirk también estaba a bordo de la aeronave.
- "Un hermano" -
El crimen fue condenado por ambos lados del espectro político, en una rara muestra de consenso en la extremamente polarizada opinión pública estadounidense.
Sin embargo, algunos mensajes beligerantes proliferaron en las redes sociales.
Un joven en Orem, Dave Sanchez, dijo a la AFP que presenciar el asesinato le "revolvió el estómago".
"Lo vemos todo el tiempo y por eso realmente se siente como si hubieran matado a un miembro de tu propia familia, a tu propio hermano", dijo Sanchez, de 26 años.
(M.Boreen--TPT)